domingo, 14 de diciembre de 2008

Las vueltas de Taganana. María Reyes Méndez Martín

María Reyes Méndez Martín

Visita: Taganana (24/10/08)


El sendero de Las Vueltas constituía, hasta hace muy poco, la única vía de comunicación del pueblo de Taganana con Santa Cruz y La Laguna. El camino real fue construido en el siglo XVI a partir de una antigua senda hecha por los guanches. La historia dice que BeneharoI, el hijo de Tinerfe, último Mencey de Tenerife, fue el que heredó tierras en el Reino de Anaga y el conquistador Alonso Fernández de Lugo el que las repartió después de la conquista. Éste último fundó en el año 1501 el primer asentamiento del lugar, Taganana, por ser fértil en pastos y rico en agua. Los caminos se acondicionaron para la mejor comunicación de los pueblos y caseríos del lugar con La Laguna que era la capital de la Isla en ese momento y se utilizaron principalmente para el trasiego de mercancías y de productos agrícolas para abastecer los mercados de la ciudad.


Existe la Cueva de la Cruz de Taganana (que es donde realmente empieza el camino), que es una construcción en forma de cueva que se usaba como lugar de descanso y refugio de los que transitaban el camino. También se cuenta que se empleaba como lugar de comitivas fúnebres para enterrar a los difuntos a Santa Cruz.



En el lugar existe mucha humedad y el camino es resbaladizo. En él se visualiza la zona de Erica, el Roque de las Ánimas y el de Anambro. Llegando al Barrio de Los Naranjos con sus pequeñas casitas con tejas, algunas abandonadas. Siguiendo por la calle se llega a la carretera donde se encuentra el Camino de Portugal, lugar original a partir del cual se fundó el pueblo de Taganana, y según dicen fue el primer asentamiento humano de Canarias. Al bajar la cuesta, se llega a donde hay un gran Drago, en la calle que va a la Plaza de Nuestra Señora de Las Nieves, donde está su Iglesia de Nuestra Señora de Las Nieves (destaca por ser una de las más antiguas de Canarias, ya que se oficiaban allí cultos desde 1505 y en la que albergan tesoros religiosos como: el Tríptico de la Natividad, las tablas flamencas del siglo XVI, la imagen de la Virgen de las Nieves y varias imágenes históricas) y la Ermita de Santa Catalina.



FLORA:



Grandifolia: Fagus grandifolia, es un árbol caducifolio que crece hasta 20-35 m, con corteza gris plateada. Las hojas son verde oscuro, enteras y serradas, con peciolo corto. El fruto es una nuez aguda, contenida junto con otra dentro de una cápsula tetralobulada de espinas no muy agudas.



Hiedra: Hedera helix , es una planta trepadora de hojas perennes que ha sido ampliamente utilizada con fines medicinales, con el cuidado de distinguirla de una variedad venenosa que se encuentra en América. Trepa con raíces adventicias y alcanza hasta 50 m de longitud.



Barbusano: Apollonias barbujana es una especie característica de los bosques de laurisilva. Es endémica de los archipiélagos macaronésicos, estando presente en las islas de Madeira, Porto Santo y en las Canarias. Se trata de un árbol de hasta 25 m, que se puede diferenciar por sus hojas ovaladas, brillantes y de color verde oscuro, con borde entero algo revoluto, sin glándulas junto al nervio principal y frecuentemente con agallas producidas por la picadura de algunos insectos. La floración es abundante, disponiéndose las flores en racimos. Los frutos son ovoides y alargados, con una cúpula corta y adquiriendo en la madurez un color negruzco.



Ipsa o Hija: Prunus lusitanica es una especie nativa en las islas. Se trata de un árbol de hasta 10 m, con hojas glabras, oblongo-lanceoladas, con borde crenado a aserrado. Las flores se disponen en cimas racemiformes axilares, erectas o suberectas.


Capitana (Reina del Bosque): Phyllis nobla L. es un endemismo que puede encontrarse en Canarias y en Madeira. Se caracteriza por sus hojas, que son de ovadas a lanceoladas, y no pegajosas. Además su inflorescencia es laxa (suave).



Bicacaro: C.canariensis es un endemismo de las islas centrales y occidentales. Se trata de una planta herbácea, perenne, cuyos tallos, huecos, carnosos y trepadores o colgantes, se renuevan todos los años desde un tubérculo; poseen además látex. Las hojas son triangulares y hastadas, con bordes aserrados o dentados. Flores axilares, solitarias, con forma de campana. Los frutos son bayas carnosas comestibles, ovados, de color anaranjado rojizo, volviéndose negros al madurar.



Babosa en Col de risco: C.strigosa es un endemismo canario que dentro del género pertenece al grupo de especies con hojas enteras. Se diferencia de otras especies en que las hojas, menores de 20 cm, son ásperas, pecioladas y con bordes dentados, siendo los dientes romos. Los tallos son más o menos lisos.



Pericallis: El género Pericallis en las islas Canarias está representado por doce especies que son endémicas del Archipiélago. Dentro de Asteraceae se diferencian por ser plantas arbustivas o herbáceas cuyas hojas no son espinosas. Los frutos poseen un vilano de pelos sencillos y las brácteas involucrales se disponen en una sola hilera.



Morgallana: Ranunculus cortusifolius es una especie nativa en las islas, pudiendo encontrarse también en Azores y Madeira. Se trata de una planta perenne, robusta, vellosa y con tubérculos. Hojas basales, orbicular-cordiformes, con lóbulos poco profundos. Flores amarillas, brillantes, dispuestas en inflorescencias subcorimbosas. Aquenios lisos, negros al madurar, con estilo persistente.



Delfino: Pleiomeris canariensis es un endemismo canario que se localiza en zonas de laurisilva. Se trata de un árbol de hasta 15 m, que se diferencia por sus hojas, de elípticas a oblongas, con nervios prominentes. Las flores, cuyos pétalos se encuentran unidos por la base, se disponen en pequeñas inflorescencias subsésiles y axilares y están formadas por pocas flores.



Esparraguera: Asparagus fallax es un endemismo de la laurisilva de Tenerife y La Gomera. Dentro del género se diferencia por tratarse de una planta con tallos más o menos erectos, volviéndose más tarde volubles, con numerosos cladodios cortos, no espinosos e inflorescencias con pocas flores.



Trebol subterráneo: Trifolium subterraneum es una planta herbácea anual de hasta 90 cm, nativa posible en las islas. Dentro del género se diferencia por sus inflorescencias capituliformes, obovoides, axilares, sin involucro y pedunculadas, con 2-6 flores fértiles sin bracteolas, cuya corola es de color blanquecino y varias flores estériles reducidas al cáliz y reflejas en la fructificación. Las hojas son alternas, con estípulas glabras o glabrescentes, rara vez pelosas y con foliolos obcordados.



Sanguino: R.glandulosa es un endemismo macaronésico, presente en Canarias y en la isla de Madeira. Se diferencia del resto de especies de las islas por tratarse de una especie arbórea de hasta 10 m, con hojas ovadas y aserradas, que poseen glándulas prominentes en las axilas de los nervios.



Altabaca: D.viscosa es una planta de 30-140 cm, con hojas alternas y con capítulos amarillos, los cuales poseen flores hermafroditas; presencia de lígulas, que sobrepasan bastante al involucro y anteras con apéndices filiformes en la base.

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